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miércoles, 17 de mayo de 2017

Las consecuencias de una visita.

Me refiero a la que realicé el pasado miércoles 10 de Mayo al colegio "Blasco Ibáñez", de Alzira (Valencia). Pasé un buen rato, en el sentido del tiempo y de lo bien que estuve, trabajando con los niños de 2º A, cuya tutora es Rosa Piera. Los vi hacer productos por una cifra, y tan bien que pensé que estaban maduros para abordar el producto por dos cifras. Uno de los niños (Diego) se atrevió a hacer lo que nunca había hecho, y lo hizo bien: su primera multiplicación por dos cifras.
Se ve que les gustó, y el mismo Diego comenzó a enseñarles el procedimiento a sus compañeros. Total, que al poco ya había cinco capaces de hacerlas. Los vídeos que siguen lo demuestran.
Hasta ahora, a lo más que habíamos llegado era a que algún niño multiplicara por doce. Pero la generalización del producto por dos cifras a niños de tan temprana edad nunca la habíamos intentado.

Aquí están los niños y niñas y los vídeos. Repito: niños de 7 y 8 años.








Y la sorpresa final es la carta tan bonita que me han enviado. Supone una inyección de moral tremenda. Como digo muchas veces: la Santa Infancia.




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